“Pecunia non olet” (el dinero no tiene olor) le dijo mientras se llevaba una moneda a la nariz el emperador Vespasiano a su hijo Tito, cuando éste lo increpó por recaudar fondos mediante un impuesto sobre el uso de las letrinas públicas de Roma. El emperador necesitaba el dinero para mejorar las alicaídas finanzas romanas y no tuvo mejor idea que gravar el uso de los baños públicos.
El blanqueo de dinero es la acción de convertir dinero ganado mediante actividades ilegales (como por ejemplo venta de armas, prostitución, delitos económicos y conexos, contrabando, evasión tributaria, narcotráfico, etc.), en dinero de aparentemente legal. La idea del lavado es hacer circular el dinero para cortar la ruta del mismo en una ulterior investigación, de modo tal que su origen no pueda descubrirse, manteniendo a resguardo la actividad ilegal que lo produce.
La justicia argentina no ha condenado a nadie por lavado de dinero. En efecto, desde que se sancionó la legislación penal sobre lavado, en el año 2000 mediante la ley 25.246, no ha habido una sola condena por money laundring. El problema que tiene la justicia para condenar por lavado viene dado porque el art. 278 del Código Penal impide penar el auto-lavado (verbigracia, el secuestrador que con el dinero del rescate compra un inmueble), es decir, para que sea delito de lavado la ley argentina exige que el lavador no participe de los delitos que dan origen al dinero ilícito (porque en ese caso la ley argentina persigue al delito grande) y, por último, requiere que se pruebe el origen del dinero mal habido. Como se dijo, no hay condenas. Lo que en modo alguno puede afirmarse es que no haya lavado de dinero.
Ahora bien, ¿que tiene esto que ver con el fútbol?. La relación viene dada porque el balonpié es un campo fértil para el ejercicio del lavado de dinero. Todo el flujo de dinero que circula por el fútbol (derechos federativos de los jugadores y todo el cúmulo de ganancias que ellos cobran, primas, premios por partido ganado, etc.) es de muy difícil detección por parte de las autoridades. ¿Cuánto vale Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Y no existe otro jugador en mercado similar a Cristiano como para que las autoridades tengan elementos concretos para sospechar que en una eventual venta de ese jugador al Real Madrid se les cuelen diez millones de euros adicionales que provienen de actividades ilícitas.
¿Y los partidos de fútbol profesional arreglados pueden estar encubriendo lavado de dinero? La respuesta positiva se impone. Nadie declara ante la AFIP la incentivación que recibió para ir para adelante o el soborno tomado para ir para atrás. Existe lo que se llama técnicamente inimpresionabilidad intencional. Que no es otra cosa que evitar dejar rastros del delito o de la plata recibida. Ahora bien, para evitar dejar rastros del delito se necesita una ingeniería financiera a la que no es fácil acceder. La mafia o el narcotráfico cuentan tiene contadores, abogados, financistas y agentes de bienes raíces que trabajan exclusivamente para el blanqueo de capitales. Empero, me cuesta pensar a Islas o a Morel de Tigre o a Bianchi Arce o a Aureliano Torres de San Lorenzo teniendo una maquinaria financiera de blanqueo de los capitales que fueron recibiendo por izquierda este último campeonato que pasó. Por otra parte, es de una puericia singular creer que Bassi o Pessota (que no puede resguardarse ni de un chat íntimo (?)) pueden manejarse con soltura en el ejercicio del blanqueo de dinero.
¿Qué pasa en el mundo del fútbol internacional? En todas las ligas importantes hay pruebas del arreglo de partidos. El caso mas importante fue el italiano, denominado originalmente “Calciopolis” (?) [parafrasando la famosa «Tangentopolis» de coimas políticas en Italia a comienzos de los años noventa, Francesco Saverio Borrelli, el mismo fiscal que dirigió aquellas investigaciones]. El escándalo se inició con una denuncia del Inter de Milán -que en la campaña 2005-2006 terminó tercero-, sosteniendo que muchos de los partidos de la liga de ese año estuvieron amañados debido a la excesiva cantidad de cobros arbitrales que favorecían a la Juventus.
Terminada la investigación, Juventus fue despojado de sus dos últimos scudettos (2004-2005 y 2005-2006) y se decretó su descenso a la Serie B, más una multa de 120.000 euros. Milan perdió 15 puntos, no disputó la Champions League 2006-07 y se le impuso una multa de 100.000 euros. Fiorentina perdió la categoría, se le descontaron 12 puntos y fue multada con 100.000 euros. Finalmente, Lazio perdió 30 puntos y fue multada con 100.000 euros.
En España, por estos días se habla mucho de la última jornada de la temporada 2006-07. Athletic-Levante y Racing y Betis (ambos partidos disputados por la permanencia en primera división) en la misma jornada y que sirvió al Betis para lograr la permanencia. El Celta de Vigo, uno de los afectados, hizo la denuncia judicial y se supeditó a la conclusión de las investigaciones que realice el Ministerio Fiscal. La investigación está en marcha en este momento.
En Inglaterra, la justicia allanó el Birmimgham City como parte de una investigación sobre la corrupción en el fútbol profesional inglés. Recordemos que el delantero Luciano Figueroa, actualmente campeón con Boca Juniors de Argentina, jugó en esa institución.
En Portugal se ventiló el caso de 27 partidos supuestamente arreglados, entre los que se incluyen una final de la Supercopa de Portugal de 2003 entre el Oporto-Uniao de Leiria, un Sporting de Braga-Boavista y Nacional-Benfica, pertenecientes a la Liga 2003-2004. Por esa causa se suspendió al presidente del club Oporto. Un árbitro de la primera división llamado Rui Silva fue suspendido durante 20 meses por falsificación de actas.
Mas cerca, en Brasil de finales de 2008, el San Pablo, reciente campeón del “Brasileirao” tiene su victoria desafiada por las intrigas. El presidente de la Federación Paulista de Fútbol (FPF), denunció un intento de soborno sobre el árbitro elegido Wagner Tardelli. Un día antes que el San Pablo se consagrara campeón, el árbitro que había sido designado para ese encuentro, fue separado y reemplazado por el principiante Jaílson Macedo. San Pablo le ganó a Goias por 1 a 0 con un gol de Borges en clara posición adelantada. El perjudicado en este caso fue Gremio de Porto Alegre. No existen de denuncias de los gauchos ante los tribunales penales del vecino país.
¿Y por casa como andamos? Boca Juniors acaba de salir campeón. Empero, el mundillo del fútbol está convencido que este campeonato fue amañado. Se fundan para ello en muchos errores arbitrales que terminaron beneficiando al dudoso campeón. Así, se computan como espurios el penal a favor de Boca contra San Martín de Tucumán por Maglio, el penal que no le cobraron a San Martín de Tucumán (recordemos que Boca ganó ese partido por diferencia de un gol apenas); la barrera puesta a mas de 10 metros colocada por el árbitro Laverni contra Arsenal, que permitió mayores facilidades a Riquelme para ejecutar el tiro libre; el penal a favor de Boca contra Racing cobrado Lunati, el penal que no le cobraron a Racing en clara falta a Luguercio (recordemos que Boca ganó también ese partido por diferencia de un gol apenas); el sorteo del triangular a puertas cerradas; los penales que casualmente Laverni no le cobró a San Lorenzo frente a Tigre en cancha de Velez (recordemos que el triangular se definía por diferencia de gol), etc.. Como se advierte, existen indicios vehementes como para descartar errores aislados, de esos que benefician y perjudican a todos los clubes por igual. En cambio, lo que pareciera existir es un claro designio destinado a la obtención de la gesta deportiva por Boca. Las teorías conspirativas recuerdan el triangular de 1968, la mano de Gallo (defensor de Velez que en el partido contra River voló cual arquero y sacó un pelota de gol, mientras Nimo que árbitraba no cobró nada porque “no vió nada” (?)) y la muerte de Amalfitani unos meses antes y lo correlacionan –al mejor estilo del cuento circular de Borges- con el triangular de 2008, los penales que no le dieron a San Lorenzo contra Tigre y la muerte de Pompilio a manos del Viagra (?).
¿Está permitido arreglar partidos? Categóricamente, no. La ley N° 20.655, en su art. 24 dispone que “Será reprimido con prisión de un mes a tres años, si no resultare un delito mas severamente penado, el que, por si o por tercero, ofreciere o entregare una dádiva, o efectuare promesa remuneratoría, a fin de facilitar o asegurar el resultado irregular de una competencia deportiva o el desempeño anormal de un participante en la misma. La misma pena se aplicara al que aceptare una dádiva o promesa remuneratoría, con los fines indicados en el párrafo anterior”. ¿Hay causas tramitando en la justicia argentina por aplicación de este artículo? Ni una sola. En los pasillos de Tribunales se comenta que los jueces tienen miedo de resultar frivolizados y/o ridiculizados al emprender una investigación contra el fútbol. Para ello se basan en una larga serie de ejemplos de jueces que terminaron mal parados antes la opinión pública cada vez que urdieron indagar la verdad de lo que ocurre en el fútbol vernáculo.
Todas las ligas importantes del mundo tienen casos de corrupción evidentes. Empero, a diferencia de Argentina, encuentran la forma para que esos casos salgan a la luz. Por lo demás, no existen razones serias para sostener que Argentina esta libre de corrupción y de los partidos amañados que acaecen en otros lugares del mundo. Antes bien, los indicios revelan lo contrario. Por eso, por la limpieza de nuestro balompié criollo, debiera iniciarse una investigación judicial que deslinde las responsabilidades entre los involucrados.
Herramientas judiciales existen. Recuérdese que los actos consumados por los intervinientes pueden caer dentro de la figura de lavado de dinero (porque la coima que cobran es dinero que evaden del fisco) o dentro de la figura del art. 24 de la ley N° 20.655. Bueno sería empezar a investigar los patrimonios de los árbitros Bassi, Pessota, Lunati, Laverni y Maglio, y de los mas jóvenes de los planteles que jugaron el triangular (porque son los mas inexpertos en eso de ocultar dinero ilegítimo). A partir de allí podrá comenzarse a desenredar la madeja de la corrupción enquistada en nuestro fútbol. Porque «pecunia non olet», pero el campeonato de Boca Apertura 2008 tiene peor olor que el Riachuelo (?).